Nuestro objetivo es brindar apoyo y las herramientas necesarias para cambiar la vida de los residentes y puedan superar su adicción a las drogas. Sabemos que dar el primer paso para buscar ayuda es un proceso bastante complejo, es por este motivo que queremos asegurar que ingresar a nuestro centro es y será una decisión de la que no se arrepentirá. Nuestra planta física consta de 5,000 metros cuadrados, con una estructura sólida de 450 metros cuadrados, distribuidos de la siguiente manera:
Contamos con un gran equipo de profesionales, aptos para enfrentar las situaciones que requieran nuestros residentes.
Nuestro terapeuta en adicciones busca orientar y concientizar al residente acerca de la enfermedad de la adicción. El residente se educa sobre la adicción y adquiere herramientas para evitar caer nuevamente en alguna adicción.
Es quien está encargado de brindar ayuda a los residentes para encontrar su rumbo, incentivándolos a seguir adelante con metas claras. Además, fortalece su convicción y compromiso para poder reintegrarse a la sociedad.
Contamos con una psicóloga apta para trabajar de manera individual y/o grupal, realizando terapias que abordan las problemáticas o traumas de la niñez de los residentes, que puedan haber influido en ciertos comportamientos o trastornos.
La terapeuta diferencial Utiliza enfoques personalizados y técnicas adaptativas para mejorar la funcionalidad y calidad de vida de los pacientes, diseñando programas terapéuticos específicos para abordar desafíos individuales.
Contamos con un psicólogo para trabajar de manera individual en las problemáticas o traumas de la niñez del residente que puedan haber influido en ciertos comportamientos o trastornos.
Terapeuta en adicciones para orientar al residente acerca de la enfermedad de la adicción. El usuario se educa sobre la adicción y adquiere herramientas para evitar caer nuevamente en lo mismo.
El terapeuta ocupacional es el encargado de ayudar al residente a encontrar su rumbo, incentivarlo a seguir adelante y fortalecer su convicción y compromiso para poder reintegrarse a la sociedad.
La terapeuta diferencial es la encargada de desarrollar habilidades cognitivas en los residentes que favorezcan su reinserción laboral y social, mediante dinámicas grupales e individuales potenciando la confianza en sí mismos.
En esta terapia, el residente expresa sus máximos dolores, trabajando su confianza y autonomía con sus compañeros. Cabe destacar que esta terapia es una de las más importantes y es considerada la columna vertebral del tratamiento, ya que el usuario recibe alternativas para trabajar sus problemáticas.
Esta terapia busca trabajar la identidad del residente, ya que por lo general la persona adicta es competitiva y el deporte permite expresar sus temperamentos. De esta manera, es más fácil trabajar con el residente y saber qué terapias utilizar y qué capacidades del carácter fortalecer.
Es la consejería de persona a persona, de orden temporal, para fortalecer la confianza del residente. Generalmente se realiza con un profesional, ya sea psicólogo o terapeuta. Consiste netamente en la comunicación y diálogo.
Con esta terapia, se entrega material didáctico al residente para su pronta reestructuración de su personalidad. Esta terapia fortalece la industriosa mentalidad (ideas coherentes).
Es una dinámica de reconciliación y orientación familiar, donde los residentes pueden compartir con sus familias un día a la semana (domingos). Esta terapia fortalece la energía y vitalidad familiar.
Terapia diaria de comidas. Como en el centro el tratamiento es 24/7, las comidas también son terapéuticas, donde se fortalece la tolerancia y el compromiso con la rehabilitación.
El tratamiento cognitivo conductual (TCC) es una forma de terapia psicológica ampliamente utilizada que se enfoca en la relación entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos de una persona. Su objetivo es identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o disfuncionales que pueden contribuir a problemas de salud mental como la ansiedad, la depresión o los trastornos de la alimentación. El TCC se basa en la idea de que nuestras cogniciones, es decir, nuestros pensamientos, influyen en nuestras emociones y comportamientos. A menudo, cuando experimentamos dificultades emocionales, nuestros patrones de pensamiento se vuelven distorsionados o irracionales. Estas distorsiones pueden llevarnos a reacciones emocionales exageradas o a comportamientos poco saludables. Un terapeuta cognitivo conductual trabajará estrechamente con el individuo para identificar y desafiar estos patrones de pensamiento.
Brindar el mejor servicio de rehabilitación a nuestros residentes, acompañándolos de principio a fin en su proceso, trabajando en las capacidades del carácter que se encuentren descontroladas. Asegurando que cada residente se reintegre con éxito a la sociedad y pueda contar con una red de apoyo una vez terminado el proceso de rehabilitación.
Nuestro objetivo es proporcionar un entorno seguro y de apoyo para ayudar a las personas a superar sus adicciones y trastornos de comportamiento. Esta visión se basa en una comprensión sólida de que los pensamientos, las emociones y las conductas están interconectados, y que al cambiar nuestra forma de pensar, podemos cambiar nuestras acciones y resultados.